Tarde estival



Tarde estival
20/08/2012

La carne que me contiene reposa,
lánguida, en el crisol del mediodía,
el alma, lejos de la algarabía,
abierta a ti, serena y amorosa.

En sueños, vuela este ave misteriosa,
como rayo de Zeus que el aire hendía,
certera a tu latido, así fluía
anhelante, ligera y azarosa.

Mi piel desnuda sobre el blanco lecho
reclama las caricias sin pudor,
urge beber el néctar de tu pecho

en las dulces flamas de tanto ardor
y, de fatiga, quedar maltrecho,
morir en la batalla del amor.


..ooOoo..